Historia del hormigón.
El hormigón ha supuesto un antes y un después en la historia gracias a las enormes contribuciones que ha hecho en el sector de la construcción desde tiempos inmemorables. A la hora de elaborar estructuras estables, los materiales arcillosos y pétreos que se utilizaban no eran la mejor opción y tuvieron que buscarse mejores alternativas. En un principio se emplearon pastas elaboradas con arcilla, cal o yeso pero debido a las inclemencias atmosféricas, este se deterioraba rápidamente. Se pensó en muchas soluciones, mezclando agua con rocas o con minerales triturados para evitar la degradación de estas pastas pero fué en el Antiguo Egipto donde se utilizaron diversas pastas obtenidas con mezclas de yesos y piedras calizas disueltas en agua, para unir sólidamente sillares de piedra que siguen perdurando desde hace más de 4000 años hasta el día de hoy.
HORMIGONES DE CEMENTOS NATURALES
En la Antigua Grecia, en torno al año 500 a.C, se elaboraron los primeros hormigones de la historia compuestos de caliza calcinada con agua, arena, piedras trituradas, tejas rotas o ladrillos. Más adelante, los antiguos romanos emplearon tierras y cenizas volcánicas que al combinarse con la cal daban como resultado el llamado cemento puzolánico que, en combinación con materiales de baja densidad como la piedra pómez daba como resultado el hormigón aligerado. Este material perdura hasta el día de hoy en los arcos del Coliseo Romano, en la Basílica de Majencio o en la cúpula del Panteón de Agripa. Tras la caída del Imperio Romano, el hormigón fue poco utilizado debido a la falta de medios técnicos y humanos (carencia de materiales, lejanía de las tobas volcánicas..) y no fué hasta el siglo XIII cuando comenzó de nuevo a emplearse en cimientos como los de la Catedral de Salisbury o en la Torre de Londres.
SIGLO XIX: CEMENTO PORTLAND Y HORMIGÓN ARMADO
En 1824, obtenido mediante la mezcla de caliza arcillosa y carbón calcinado a alta temperatura, fue patentado el cemento de Portland por Joseph Aspdin y James Parker. Su nombre viene dado por su color gris verdoso oscuro, muy parecido al de la piedra de la isla de Portland. Más tarde en 1945, Isaac Johnson obtiene el prototipo de cemento moderno, elaborado de una mezcla de caliza y arcilla calcinada a alta temperatura pero no es hasta 1854 cuando se patenta el hormigón armado por el constructor William Wilkinson, el cual, idea un sistema que incluía armaduras de hierro que mejoraron la construcción de viviendas y almacenes. Este invento sería perfeccionado en 1892 por parte de François Hennebique, el cual lo empleó en la construcción de fábricas, como la de hilados de Tourcoing, Lille.
EL AUGE DE LA INDUSTRIA DEL HORMIGÓN EN EL SIGLO XX
Con la llegada de avances tecnológicos que permitieron crear un cemento de calidad y la invención del horno rotatorio y el molino tubular, surge un enorme progreso en la industria del cemento pudiéndose elaborar el mismo en enormes cantidades. El hormigón armado es utilizado en la primera mitad de siglo en multitud de construcciones de todo tipo, desde puentes, a hangares, fábricas… pero no es hasta 1960 cuando aparece el hormigón reforzado con fibras, que se incorporan en el momento del amasado, concediendo al hormigón isotropía y aumentando sus cualidades frente a la flexión, el impacto, la fisuración o la tracción. En la década de los 70, se obtienen hormigones de alta resistencia mediante la mezcla de aditivos y estos progresos científicos y tecnológicos, permitieron sentar las bases para posibilitar la construcción de rascacielos más altos, cubiertas más amplias o estadios más grandes. Los edificios más altos del mundo, de hecho, poseen enormes estructuras de hormigón y acero. Algunos ejemplos son: Las Torres Petronas, el edificio Taipei 101 o el Burj Khalifa.
LA CULTURA MEDIOAMBIENTAL EN EL SIGLO XXI
A día de hoy se apuesta cada vez más por el uso de materiales reciclados, promovido además por la legislación medioambiental actual. Los ingredientes reciclados más empleados son las cenizas volantes, un desecho de las centrales termoeléctricas. Actualmente, también se incluyen ciertos catalizadores en las mezclas que permiten su “autolavado”. Mediante el uso de estos materiales, se hace posible la reducción de canteras y vertederos, ya que uno de los principales inconvenientes en la producción del cemento, es el enorme impacto medioambiental que produce por los grandes volúmenes de dióxido de carbono que genera. También, el hormigón es utilizado en la contención de la radioactividad de cementerios nucleares o de desastres como el de la central nuclear de Chernóbil. En Pretensados Durán llevamos más de 30 años apostando por este material, siendo una de las primeras empresas de Badajoz dedicadas a la fabricación de hormigón y sirviendo de referente en Extremadura. Apostamos por el progreso y empleamos técnicas sostenibles para garantizar a nuestros clientes los mejores productos con la mayor calidad. ¡Si quieres aprender más sobre el hormigón, su historia y su composición no te pierdas otras publicaciones de este blog!